¿Cuáles son los problemas comunes de una suspensión neumática?
Indudablemente, uno de los aspectos más cruciales de un vehículo al transitar por la carretera es su sistema de suspensión, el cual brinda un mayor control en tiempo real en cualquier punto del recorrido. Cuando hablamos de problemas en la suspensión neumática, nos referimos a las diversas fallas que puede experimentar este componente del vehículo. Estas fallas pueden deberse a una serie de problemas y es importante conocer cuáles son los más frecuentes, cómo identificarlos y cuáles podrían ser sus consecuencias.
¿Qué es la suspensión neumática?
La suspensión neumática es un mecanismo que permite al vehículo absorber las irregularidades del camino, brindando estabilidad y seguridad al conductor y mejor adherencia a la superficie. Reemplaza a los sistemas mecánicos tradicionales, como los muelles o ballestas, y se basa en un circuito de aire comprimido en fuelles neumáticos. Este sistema se puede ajustar manual o automáticamente, lo que permite controlar la dureza de la amortiguación según las necesidades del vehículo y proporciona una conducción segura y cómoda.
Principales problemas de la suspensión neumática
Aunque la suspensión neumática es un mecanismo avanzado y moderno en el mercado automotriz, aún está en constante desarrollo y puede experimentar fallas con el uso y el tiempo. A continuación, se presentan los problemas más frecuentes identificados por los fabricantes y usuarios:
• Fugas de aire: Las fugas de aire son uno de los problemas más comunes en los vehículos con suspensión neumática. Estas fugas pueden ocurrir en diferentes partes del sistema, como sellos de goma y conexiones. Si notas que el compresor funciona de manera excesiva o que el vehículo está inclinado de forma irregular, es probable que haya una fuga de aire en la suspensión. En este caso, se recomienda acudir a un taller especializado para que revisen y reparen el problema.
• Mal funcionamiento del compresor: El compresor es una parte fundamental para el funcionamiento adecuado de la suspensión neumática. Es responsable de suministrar aire a los fuelles para mantener el vehículo elevado y equilibrado. Si el compresor presenta un mal funcionamiento, puede provocar problemas al conducir, como desequilibrio en la carrocería y ruidos anormales. Es importante abordar este problema para evitar daños mayores en la suspensión.
• Humedad excesiva: La acumulación de humedad en el sistema de suspensión neumática es uno de los principales enemigos de su correcto funcionamiento. Si no se elimina adecuadamente, la humedad puede causar problemas en el compresor y en la nivelación del vehículo. Se recomienda utilizar un secador de aire para eliminar la humedad del sistema y garantizar un rendimiento óptimo. Si no se soluciona a tiempo, puede ser necesario reemplazar parcial o completamente el sistema de suspensión.
Partes de la suspensión neumática
El sistema de suspensión neumática consta de varias partes que trabajan en conjunto para brindar sus funciones. Algunas de estas partes son:
• Balones o fuelles: se encuentran en cada rueda y están compuestos por materiales plásticos y metálicos revestidos de caucho vulcanizado. Su objetivo principal es mantener la presión adecuada en el sistema.
• Sensores de nivel: miden la distancia entre el eje y la carrocería y envían esta información a la unidad de control.
• Sensores de aceleración: registran la aceleración y el balanceo de la carrocería y proporcionan esta información a la unidad de control para ajustar la suspensión de manera óptima.
• Unidad de control: procesa la información recibida y gestiona el comportamiento del vehículo, ajustando la presión en los balones según sea necesario.
• Bloque de electroválvulas: distribuye el aire comprimido a los fuelles neumáticos de acuerdo con las instrucciones de la unidad de control.
• Mando de control: permite seleccionar el tipo de suspensión neumática deseada, siempre que el vehículo tenga la opción de ajuste manual.
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